AFP: un tema de confianza, no de comisión

Si bien la opción de Keiko Fujimori me parece deplorable y humillante, por lo que nunca podría votar por ella, la de Humala, por sus confusas propuestas económicas, termina siendo igual de deplorable, incluso destructora.

Pero lo realmente preocupante es que haya gente apoyando tremendos disparates. En general, el plan económico de Humala, presentado una vez, negado luego, resucitado una vez más para luego volverlo a meter debajo de la alfombra no hace sino generar una válida incertidumbre. En particular, sobre el confuso tema de Pensión 65, y su relación con los aportes pensionarios, la falta de una definición clara de la propuesta la convierte en un verdadero caballo de troya. Y está mal que Félix Jiménez salga a decir que se trata solo de lineamientos de política, y que los detalles como el porcentaje de financiamiento de pensión 65 que va a provenir de las AFP recién se definirá luego. Está mal, por que lanzar propuestas de esa manera refleja un flaco estudio de las ventajas y desventajas de la misma. Y ahí, entonces sale algún otro, con argumentos facilones, cargandose con todo a las “sobre”-comisiones.

Mucho se ha acusado a las AFP por las comisiones que cobran o se quiere direccionar las inversiones que estas intituciones realizan. Propuestas de ese tipo, creo yo, equivocan la naturaleza del sistema de pensiones.

Kent Smetters y Walter Theseira acaban de publicar un paper que resulta muy valioso para guiar esta discusión. Ellos estudian qué es lo que llevó a generar la privatización de las pensiones en el mundo. Es curioso, afirman ellos, que la mayor parte de dichas reformas hayan tenido lugar, en sus inicios,  en países en vías de desarrollo, y no en los desarrollados. La explicación detrás de esto es la inestabilidad política:

One central theme emerges from our study: the public pension conversion reflects a fundamental mistrust in the ability of the government to provide secure retirement resources.

Posteriormente agregan que dichas reformas de privatización del sistema pensionario están siendo asumidas por países desarrollados. La razón en este caso no recao sobre desconfianza sobre el estado, sino en la presión demográfica: la creciente participación de personas en edad de jubilación con respecto de la fuerza laboral va a generar una carga de deuda tremenda para los países desarrollados. Es por ello que ahora por esos lares se está discutiendo la adopción de mecanismos como los que tenemos en nuestro humilde y pujante Perú.

En ese sentido, no sé a qué mundo (imaginario quizá) algunos comentadores estarán mirando para lanzar afirmaciones como que en todos los países desarrollados, el sistema de pensiones principal es un sistema público, no privado. Quizá Australia con su 71.69% de participación del sector privado en el sistema de pensiones, Suiza con un 62.87%, Dinamarca con un 79.54% son republicas bananeras caletas, y nosotros ni enterados. Lo cierto, en todo caso, es que existen actualmente importantes fuerzas empujando hacia una menor participación del estado en el sistema de pensiones de los países desarrollados. Eso sí, por razones diferentes.

Volviendo a nuestro caso, además de atender el problema de desconfianza en el estado, hay otros factores asociados al nacimeinto de las AFP en el Perú, a saber: un mayor desarrollo del mercado financiero debido al mayor ahorro nacional que originan dichos fondos; mayores retornos al monto ahorrado y sobre todo, total control del dinero aportado.

Pretender enfrascar el debate de las AFP en las comisiones demuestra una miopía apabullante. Hay que mirar otros factores, hay que ser cuidadosos en el análisis. ¿Esta gente “seria” se ha puesto a pensar en ellos? Habrá que recordarles que la naturaleza de las AFP responde a un problema de credibilidad del estado, de mejor rentabilidad, control y fomento de los mercados financieros. Y si somos fordward-looking además, habrá que pensar también que en algún momento el aspecto demográfico nos tocará la puerta (Ver Figura, sacada con datos del INEI). No basta decir que pensiones de x soles representan y% del PBI inflado con precios de metales e incertidumbre(*). Eso ahora, ¿y luego?

Pretender hacer experimentos destruyendo un sistema que funciona, es la peor manera de aportar a tu país. Y digo eso porque simplemente nadie del equipo económico de Humala ha salido a explicar qué es lo que quieren hacer exactamente, así que la duda y sospecha están permitidas. Que hay que atender a la población anciana necesitada, de eso ni duda, es una tarea urgente, pero pornerse “creativos” con los fondos de pensiones es ya algo que no se puede permitir.

———-

(*) En análisis de este tipo, lo que importa es el PBI potencial, no el nominal de 2011.

About Edgar Salgado Chavez

Call me ED. Some years ago -never mind how long precisely- having little or no money in my purse... I thought I would sail about a little and see the non-Peruvian part of the world.
This entry was posted in development economics, peru and tagged , , . Bookmark the permalink.

Leave a comment